26 de agosto de 2009

The boat that rocked. Richard Curtis

Divertida historia de cómo empezaron las radio-fórmulas: esas cadenas que no paran de poner música y anuncios. Aunque más que divertida cabría decir infantil, donde los buenos son unos rebeldes casi altruistas y el malo lleva un bigote a lo Hitler. Lo mejor, su banda sonora; lo peor, su falta de guión.

2 comentarios:

interpreta-sones dijo...

entonces, ¿hay que bajarse sólo la BSO? voy a mirar a ver :)

Kandela dijo...

Está en Spotify, si no la quieres bajar...