17 de mayo de 2009

Push. Paul McGuigan

Paul McGuigan fue el director de una de esas películas que te dejan buen gusto en la boca porque, por lo menos, el guión tiene coherencia y elaboración: El caso Slevin. Desde luego los superheroes, o lo que es mejor, las personas normales con habilidades especiales, me encanta el eufemismo aunque sea un poco largo. Lo malo de que algunas cosas interesantes se pongan de moda es que te toca tragarte este tipo de bodrios que se te terminan por hacer largos e insufribles. El comienzo está demasiado próximo a la serie de Héores, pero además la escena en cuestión resulta forzada; los malos malísimos son tan tontos que se matan a sí mismos; el final absolutamente previsible.

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