23 de septiembre de 2007

Neverwhere de Neil Gaiman

Tener la llave de la realidad para entrar y salir, llegar a Madriz de abajo, o a Londres de abajo, ver lo que hay debajo del Retiro o pasear por estaciones fantasmas. La historia interminable, Mirrormask, El Mago de Oz, Borges, Millás o Auster. Realidad o ficción, una de las grandes dicotomías de nuestro tiempo. Sueños que se confunden con la realidad o que son tan reales que nos invaden, las fronteras se rompen y en mi mano aparece un pétalo de rosa al amanecer, un pétalo que arranqué a la luz de la luna en un pantano lejano. Monterroso, Cortázar, Cooper. Seguramente conozcas más autores, más títulos que juegen con lo real maravilloso, con lo mágico, aquellos que piensan que nos merecemos un mundo con algo más que cemento, tráfico y malos modales. He puesto pétalos de rosa blanca adormanado mi mesa en el comedor, una lámpara de papel de corte oriental en la esquina y no ha parado de llover sobre el mar, mezcla de un azul turquesa y un gris ceniza casi imposibles. He lído a Gaiman hasta agotarme la vista, hasta dolerme las rodillas de estar acurrucada en mi sillón de cuero negro. La soledad de la tarde del domingo ha sido bella con estos elementos. Andas lejos pero tengo tu libro en mis manos y me gusta sentir así tu calor. La traducción ha sido realmente mediocre (traducir her o his con el neutro suyo provocando en castellano una ambigüedad de la que el inglés carece es estúpido), la narración contiene elementos manidos: el personaje externo que será la clave, la heroina de la que depende todo, la lanza con la que matar a la bestia, el traidor, el engaño, los malos salvajes, elementos que recuerdan a los relatos fantásticos tradicionales, a Wilow, Dentro del Laberinto, Cristal Oscuro o La guerra de las Galaxias.
Lo reconozco, a pesar de la edición, me encantan estas historias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no llego a comprender tantas cosas y datos en un mismo texto,a veces se satura mi cabeza.

espero que en proximos textos pueda aportarte una opinion mejor, pero los domingos no son lo mio y termino estando triste, al ver que algo me falta.

un beso.

El Oso que Mira desde la Colina dijo...

Siendo las palabras el hilo comienzas a tejer tapices. La magia empiza a fluir por las teclas de tu ordenador. Tu narración gana fuerza, y si bien es cierto que pocas veces nace algo nuevo bajo el sol, hay veces que solo necesitamos recordar sueños de niño ya olvidados. Parece ser que después de todo las semillas de Oneiros siguen pudiendo germinar.
Gracias.