2 de julio de 2009

Stoned

Enésimo biopic con la excusa de un crack de la música. Lástima que resulte tan soso. La historia de Brian Jones se centra en las circunstancias de su muerte, sin contarnos la historia de los Stones, ni sus relaciones personales más allá de que su adicción a las drogas le dejó sin componer, sin la chicha y que fue expulsado del grupo poco antes de su muerte. Un videoclip de relleno y un par de frases a destacar y el resto resulta anodino. La típica pregunta que se le hace a un adicto; lo mejor, su sonrisa
Y por su puesto una banda sonora en la que no hay que esmerarse mucho para que suene bien, tan sólo escoger unas cuantas grandes canciones de la época, con el clásico por excelencia:

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