Redbelt

Las películas de David Mamet son un puzle y un juego. Quizá una de las mejores fue the Spanish Prisioner. Desde esa no me pierdo ninguna. Ante ésta me he llevado un pequeño chasco: a veces crear demasiadas espectativas es lo que tiene. Como en muchas de sus películas nada es lo que parece y nadie es quien pretende ser, esas máscaras que todos usamos y que tan buen uso teatral sacaron Prandello y nuestro estupendo Valle. En Redbelt da la sensación de querer una peli sobre lucha, las buenas coreografías de artes marciales nos pierden a algunos cinéfilos, sin saber muy cómo, y se quedan algunas flecos colgando y otros se enlazan por los pelos. Me quedo con la duda de qué pinta en todo esto el personaje de Emilie Mortimer. Y me quedo con un sabor agridulce pòr un final rápido en el que tienen que explicar al personaje todo lo que ha pasado para que todos, incluido él, claro, sepamos de qué va el engaño. En fin, que comienza mejor de lo que acaba y se queda en una peli entrtenida. Hubiese ganado enteros si la lucha final hubiese sido con Santoro a torso descubierto.

Nieve. Orhan Pamuk

¿Qué quieren que les diga? Leyendo este tipo de novela me convenzo más de que para saber leer no sólo hace falta juntar letras, hay que saber cierto margen de la cultura de la que lees. Me he atrevido a leer a un autor turco y ha sido un tostón: vale, un thriller político, sobre los problemas religiosos en el islam, sobre los problemas éticos de llevar la cabeza tapada o no, en una ciudad que simboliza Turquía y con unos personajes esteriotipados para que surjan todas las opiniones. Pues no sé si echarle la culpa a la traducción, pero ni me ha parecido lírica, ni bien escrita, ni me ha emocionado: sobre terrorismo hay novelas mucho más interesantes, sobre el miedo, sobre que te obliguen a cambiar de opinión con un arma, sobre la traición o sobre el amor. Ya digo, quizá no mejores, pero con otro tipo de prosa. Lezama Lima decía que lo difícil es bello, así que supongo que este tipo de frases que parecen de niño de instituto, y una solución narrativa que se basa en intuir, saber y predecir lo que los demás personajes piensasn para poder hacer avanzar la acción puede que sea el summun en la narrativa actual pero a mí no me convence en absoluto. Lo de ir contracorriente y que no me guste un autor consagrado me cuesta un poco. Es lo que hay. Esta novela es un bodrio.

Transsiberian

No os pongo el trailer porque cuenta toda la película. Me irritan esos anuncios, como este cartel en el que ya te dicen lo que tienes que ver. Tanto estudiar marketing y leches para seguir haciendo las mismas cagadas de siempre. ¿Por qué promocionan la peli estropeándola? Como en las comedias en que los mejores chistes salen en el anuncio.

A lo que vamos, que hoy estrenan esta peli en la que tenemos una nueva oportunidad de ver semidesnudo a Eduardo Noriega. ¡Y encima la peli es entretenida! ¡Menudo lujo! En este caso voy a destacar las actuaciones de Woody Harrelson y de Ben Kingsley, sin ser algo prodigioso se les nota oficio. Lo malo es que el argumento es bastante previsible. ¿Dónde quedaron las buenas pelis de David Mamet?

La maravillosa vida breve de Óscar Wao

Un nerd negro dominicano en Estados Unidos, su hermana y su madre son el eje de esta historia sobre la fatalidad, o lo que en el libro llaman fukú. Mal de ojo, mal fario, gafe, en fin, multitud de formas de llamar a lo mismo, la mala suerte que nos persigue a algunos para que todo lo que intentemos salga mal. O bien, según se mire. Para decidirlo deberéis leerlo y ver si al final Óscar toma las riendas de su propio destino o es el detino de la familia que le persigue. Y a la vez, el autor nos narra la historia de la RD, en un espanglish absurdo y, a veces, difícil de entender. Una historia original, narrada con oficio. Muy recomendable. Un acierto, gracias Al.

II Aniversari Cream Pop Benissa: Twelve Dolls & The Philippes

Me gusta ir a los conciertos cuando no conces bien quiénes van a tocar. A estos grupos todavía no los había escuchado y desde luego mereció la pena ir hasta Benissa a altas horas de la noche para escuchar a los Twelve Dolls. Jóvenes, guapos y con un buen rock que recuerda a los mejores Strokes, con una batería potente, (¿será familia de Oscar Jaenada?) y una melodía guitarrera clara, con una voz áspera y con personalidad, ¿qué mas se puede pedir? Que el bajista se callara un poco, aunque terminó cayéndome bien.

Después apareció en escena un grupo de Barcelona que por momentos parecían los Lori Meyers, con esos coros pop a lo Beatles, a veces a Los Piratas, con una voz que, intentaba pero se quedaba en demasiado dulce, emular a Iván, y con algún toque Oasis en cuanto a distorsiones de intrumentos. El detalle salvable lo protagonizó el teclas, un apasionado de aporrear su instrumento sacando lo poco de interesante que tuvo una actuación sosa en la que casi me duermo. Me pregunto por qué tienen la manía los del minifestival de mezclar grupos que no encajan del todo. Me pasó el año pasado con Delco y los Chicos del Barrio, están bien pero no para tocar juntos. Y el caso es que el dj no me pareció malo, comenzó con una mezcla del Song 2 de Blur con Las maravillas de Malai. Y luego metió a saco un tema de Los Ramones. Pero el concierto de The Philipes fue tan soso que nos fuimos a casita a nonon.

Un vídeo de los Twelve Dolls para que os hagáis una idea