Pintors Universals: Jan Davidz de Jeem
Hace 1 año
Biopic sobre uno de los iconos del rap en los últimos años. Dos discos, a lo Joy Division. La película nos presenta un perfil muy bonachón de lo que debió ser en realidad: un buen chico, metido en tráfico de drogas pero que en realidad quiere cambiar el mundo con su música. La historia está bien contada, ascenso y caída del héroe, y desde luego para los amantes de la música, sin importar estilo, es imprescindible: en la lista junto con Ray, Cadillac Records, Stoned, Control, Grat Ball of Fire, 24 Hours Party People, The Doors, y demás películas sobre la fascinación que nos supone esos extraños personajes que se dedican a la música.
Enésimo biopic con la excusa de un crack de la música. Lástima que resulte tan soso. La historia de Brian Jones se centra en las circunstancias de su muerte, sin contarnos la historia de los Stones, ni sus relaciones personales más allá de que su adicción a las drogas le dejó sin componer, sin la chicha y que fue expulsado del grupo poco antes de su muerte. Un videoclip de relleno y un par de frases a destacar y el resto resulta anodino.
La típica pregunta que se le hace a un adicto; lo mejor, su sonrisa
El cine brasileño, como la publicidad, destaca por su calidad. Con su primer largo Marcos Jorge gana un premio en la Semici de Valladolid. Quizá sea un premio con menos prestigio pero me parece mejor película que algunas que han triunfado en Cannes.
Nuestro protagonista llega a Sao Paulo como un recién nacido y poco a poco va aprendiendo cómo funcionan las jerarquías en la vida: en la cocina, en la cama y en la cárcel. Al final no va a ser tan tonto como parece, porque la lógica se impone. Poder, sexo y gastronomía me llevan, inevitablemente a recordar una gran pelícual, de Greenaway, que me marcó cuando la ví, allá por el 89: