Pintors Universals: Jan Davidz de Jeem
Hace 1 año
Intento del diseñador de Gucci de hacer una obra estética basada en un libro del sesentaytantos sobre la vida de un profesor homosexual. La historia transcurre durante un día de este profesor de literatura en el que decide suicidarse ante la completa tristeza que le invade tras la muerte de su amante, Jim, tras 16 años de relación, feliz y pacífica.
Varios puntos: la película comienza con una imagen de Colin Firth, menudo cuerpazo saca para sus cincuentay que debe de tener, sumergido en agua, ahogándose e intentando salir a flote, pero a la vez sumergido en aguas calmas. Es una imagen que me ha recordado a un tríptico de Bil Viola, videoartista californiano, sobre su concepción de la vida, entre le nacimiento y la muerte, tan sólo una estancia en aguas, un flotar, dejar pasar los días. Durante toda la película hay un juego con la fuerza de los colores, el protagonista triste aparece apagado, el mundo exterior de una forma más viva, hasta el momento final en la que se reconcilia con la juventud perdida, con la promesa de un nuevo amor, en el que todo vuelve a ser color. Demasiado evidente como para que termine de convencer. La película aparece granulada, para darnos una impresión de vejez, forzada, ya que las películas de aquella época ya tenían suficiente calidad, pero estéticamente queda bello. Varios personajes se parecen a iconos del cine clásico: aparecen Briggite Bardot y James Dean, y su secretaria me recuerda también a alguien. Sistemáticamente nos muestra una obsesión por los ojos claros, en primerísimos planos todos los personajes parecen tener unos ojos bellísimos. Por supuesto el vestuario es excepcional. Y, lamentablemente, el argumento está demasiado cercano a Muerte en Venecia como para que no pierda en la comparación: a pesar de los intentos de hacernos creer que el protagonista tiene mala cara, por diálogo del resto de los personajes, Colin Firth aparece estupendísimo a lo largo de toda la película, nada que ver con la decadencia que nos muestra Visconti. Eso sí, el efebo en ambos films son tremendamente hermosos.
Errata Naturae nos presenta una recopilación de artículos sobre una de las mejores series de la historia. Aunque estoy de acuerdo con una de las opiniones que aparecen: más que la edad dorada de la tv estamos ante la edad de oro del dvd, las series, cuando mejor se disfrutan, cuando tienes la temporada entera en casa y la administras a tu gusto.
Con una estructura de menú, la comida es otro de los personajes de la serie, se nos presenta una serie de artículos con temas como el nihilismo o la explicación del final. Algunos parecen escritos para rellenar una columna semanal, otros son una reflexión más profunda.
El de Iván de los Ríos, con el que empieza el libro, es un análisis de la mitología del gángster, presentada por Enzensberger en su libro sobre la mafia, pero, creo, con más agudeza, con más profundidad.
Se me queda pobre el de Nöel Carrol sobre la atracción que el mal ejerce sobre el espectador. Es cierto que Toni Soprano no tiene una profesión de las llamadas honradas, pero creo que no llega a conectar con la serie de valores que representa, como también nos puede ocurrir con Dexter, y con la que nos podemos sentir identificados. Dentro de la tradición hispánica nos nos parecería extraño hablar de honor y valor como cualidades positivas, de las que en el fondo carecemos todos. Para mí ahí está la clave de la personalidad contradictoria del personaje: la increible paradoja que se nos presenta de querer emular los valores inculcados por el padre y lo que la realidad ocurre en el día a día, que nos pueda el miedo a la muerte, o a la cárcel, por encima del valor, del honor o de la omertá; que nos pueda la seguridad y la rutina y que nos cree ansiedad cualquier cambio brusco, nos lleve a mostrarnos inseguros y a cometer errores.
Y sobre el final... nada mejor que no comentar nada para que cualquiera saque sus propias conclusiones, es lo que quiso el director, así que para qué estropearlo.
Buen libro, con alti bajos, como cualquier recopilación de artículos, algo escaso en cuanto a contenido, hay muchísimos más temas sobre los que reflexionar, pero de aceptable lectura, sobre todo si disfrutaste de la serie tanto como yo.
Menudo chasco de libro, si bien es cierto que en 120 págs. tampoco iba a venir un sesudo ensayo sobre la camorra como el estupendo Gomorra. Pero en estos dos ensayos de Enzensberger tan sólo veo el oportunismo de publicar algo de un ensayista de renombre y con un Príncipe de Asturias a sus espaldas, para inagurar una editorial, que no dejan de ser dos artículos, dos anécdotas bien formuladas pero sin profundidad alguna. Es decir, me resulta interesante la relación entre las hermandades de pícaros, surgidas en la España del XV con la creación de la camorra, así como la jerarquía preindustrial que existe en la mafia, ver sus causas históricas, pero dichos datos quedan como meros rellenos de anécdotas en vez de profundizar en ellos: más me hubiese gustado que siguiera en ese sentido y no que me cuente un juicio por asesinato del año 55 y que termine el libro diciendo que a la camorra se la ganó con el capitalismo, cuando todo el mundo sabe que sigue igual de viva que siempre.