23 de noviembre de 2008

Estazione Termini

En el último libro de Auster dos de los personajes comentan algunas películas que ven en dvd. Entre ellas aparece uno de los clásicos del Neorrealismo italiano, El ladrón de bicicletas. Uno de los aciertos de De Sica en la película son los pequeños detalles que aparecen en cada escena, lo que nos cuentan que hace que sea tan peculiar el lenguaje cinematográfico. Auster destaca la llegada a casa de la mujer con unos cubos de agua a la que el marido ayuda con uno de los cubos, pero no con los dos, dejando al descubierto cómo es ella quien realmente lleva la carga familiar.
Estación Termini es uno de los clásicos extraños de ver con el paso del tiempo. Con las películas me pasa como con la literatura clásica, creo que es bueno tener ciertos conocimientos previos para entender mejor la obra de arte. Supongo que un chaval de quince años que vea esta peli por primera vez le puede resultar un tostón: transcurre casi en tiempo real, la historia es más que simple, la despedida de dos amantes, y hoy en día las actuaciones quedan un poco añejas, por lo menos la de Jennifer Jones, que por momentos es demasiado expresiva, acompañada de una música que acentúa las miradas, con unos gestos poco naturales. Sin embargo la de Montgomery Clift transmite más que sus diálogos. Conozco de alguien que es probable que se retuerza en su butaca al leer esto, como si estuviera prohibido criticar algunas cosas. Pero la verdad es que desconozco lo que debería mostrarme esta película, no sé por qué se ha convertido en un clásico, me ha llamado más la atención los detalles, los figurantes, los detalles que la historia en sí, que se ha quedado obsoleta, y menos mal. Es decir, que me ha parecido un tostón.

No hay comentarios: