2 de abril de 2009

Mad Men

Ya se pueden ver las dos primeras temporadas de esta serie que está causando furor en Estados Unidos. Sinceramente, me ha gustado, más que por su calidad, por lo que me parece de frikada: se nota que es de bajo presupuesto, se oyen los pasos sobre un escenario pre-construido, los actores no paran de soplar antes de su intervención (defecto típico de las series españolas dramáticas que detesto), el vestuario y la banda sonora es de primera, pero los rictus de las caras de los protagonistas son siempre las mismas, la continuidad del guión deja mucho que desear (en la primera temporada Betty sufre una neurosis que desaparece en la segunda por arte de magia, sin continuidad en su tratamiento psiquiátrico ni mayor explicación de por qué lo deja, aparece en clases de hípica y ni siquiera es buena ama de casa, por favor, si siempre anda fumando y son los niños los que mueven la masa de las galletas), los colores son chillones y la ambientación parece una impostura. Sim embargo aparecen peculiaridades políticamente incorrectas hoy en día: fuman todo el tiempo, beben en horario de trabajo, son racistas, machistas y ensuncian el campo cuando van de pic-nic. ¿Qué es lo que me gusta exactamente? Creo que entiendo que en Estados Unidos cause furor, porque es su pasado más reciente, porque muchas cosas que muestran no se pueden mostrar tal cual hoy en día, aunque pasen, y también puedo entender por qué se está emitiendo en horario de madrugada en España, no creo que haya público que la vea, por muchos globos de oro que haya ganado, poca gente puede entender el guiño que supone el momento televisivo de Jackie Kennedy enseñando la Casa Blanca en este país, si ni siquiera sabemos nuestra propia historia. Me gusta porque mis padres vivieron aquello, estuvieron allí justo en aquella época y son las historias que me contaban. Para mí ese pasado reciente es más cercano que lo que nos muestra Cuéntame.

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