
Estación Termini es uno de los clásicos extraños de ver con el paso del tiempo. Con las películas me pasa como con la literatura clásica, creo que es bueno tener ciertos conocimientos previos para entender mejor la obra de arte. Supongo que un chaval de quince años que vea esta peli por primera vez le puede resultar un tostón: transcurre casi en tiempo real, la historia es más que simple, la despedida de dos amantes, y hoy en día las actuaciones quedan un poco añejas, por lo menos la de Jennifer Jones, que por momentos es demasiado expresiva, acompañada de una música que acentúa las miradas, con unos gestos poco naturales. Sin embargo la de Montgomery Clift transmite más que sus diálogos. Conozco de alguien que es probable que se retuerza en su butaca al leer esto, como si estuviera prohibido criticar algunas cosas. Pero la verdad es que desconozco lo que debería mostrarme esta película, no sé por qué se ha convertido en un clásico, me ha llamado más la atención los detalles, los figurantes, los detalles que la historia en sí, que se ha quedado obsoleta, y menos mal. Es decir, que me ha parecido un tostón.
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