
Anna Arendt decía que hay dos verbos: hacer y no hacer. Ambos tienen connotaciones políticas. Lars von Triers, en Europa, compartía ese punto de vista, la neutralidad no existe, o se está a favor o en contra. Cada acción es una acción política. Ir a votar o no ir a votar, quedarse o marcharse. A veces las cosas no son tan claras, esos grises son los que me apasionan. Desde luego no tienen mi simpatía toda esa gente que dice "pasar" de la política, porque están dejando que tomen decisiones sobre su vida otros, y en realidad esa supuesta comodidad no deja de ser una forma de estar a favor.
El protagonista de este libro se siente como mero espectador de los hechos (es un personaje que seguro gustaría a Polanski, el gran mirón), y sin embargo parece que debe tomar partido, aunque quizá lo esté tomando, pasivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario