5 de mayo de 2009

La reina sin espejo. Lorenzo Silva

Después de tragarme a Mannkel es un alivio descubrir una novela bien escrita. Probablemente se venda menos que la del sueco, y sinceramente no entiendo por qué, más allá de esta manía que tenemos los españoles de no apreciar lo nuestro, y eso que me considero europeísta y miro con envidia ciertos avances que echo de menos en mi tierra. Aun así sigo apoyando la literatura y a los escritores españoles, porque, en su mayoría, poseen respeto por el oficio que profesan y se nota. Se nota una novela bien estructurada, con una buena dosificación del suspense, de la creación de personajes, respeto por la verosimilitud, cómo se nota que Silva conoce los procedimientos policiales que, al seguirlos adecuadamente, resuelven el caso, más allá del qué no vimos, qué se escapa de la novela que busca un final sorpresa un tanto rocambolesco. El final se puede entrever, pero no desmerece nada la historia, al contrario, lo interesante es cómo resuelven el caso. Y sobre todo, que está bien escrita. Lo que me plantea serias dudas sobre el trabajo de los traductores, me cuesta creer que las novelas extranjeras sean peores después de tanto reconomiento. ¿Será que no estudian literatura, ni lengua española?

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