Divertida historia de cómo empezaron las radio-fórmulas: esas cadenas que no paran de poner música y anuncios. Aunque más que divertida cabría decir infantil, donde los buenos son unos rebeldes casi altruistas y el malo lleva un bigote a lo Hitler. Lo mejor, su banda sonora; lo peor, su falta de guión.
Pintors Universals: Jan Davidz de Jeem
Hace 5 meses
2 comentarios:
entonces, ¿hay que bajarse sólo la BSO? voy a mirar a ver :)
Está en Spotify, si no la quieres bajar...
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