1 de octubre de 2009

The education of Charlie Banks

Interesante película. La trama es algo simple: desde pequeño hay un personaje en el barrio que va de tipo duro. En plena adolescencia el protagonista ve cómo le dan una paliza a un par de chavales pero decide no hacer nada. Tres años después, ya en la universidad, el personaje se mete aún más en su vida, descubriendo que la violencia es difícil de gobernar. Pero me parece interesante por algo más, que en realidad se presenta de forma muy obvia en la película, incluso explícitamente en una de las clases a las que asiste el protagonista: la película es una ejemplificación de lo que Hanna Arendt llamaba "la banalidad del mal". En la clase se menciona algún hecho expecífico, pero lo que la filósofa quería mostrar es que todos colaboramos para que el mal exista, porque no hacer nada, no evitar que algo malo ocurra, es ser su cómplice. En al película, cuando el protagonista tiene que decidir si testificar contra el matón, la presión de su grupo de pares, con los que juega al baloncesto en el barrio, tiene más peso que su propia conciencia. Así millones de personas han transigido con dictaduras, represiones por miedo, mejor no hacer nada. Así cada día contribuimos a la desigualdad y a la injusticia, por no hacer nada. Se podría hacer un ensayo sobre las distintas filosofías que se muestran en las películas educacionales. Por cierto, que el protagonista está ahora en pantallas en una comedia negra sobre zombies.

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