10 de enero de 2009

Gomorra. Roberto Saviano

Mientras leo el libro de Saviano aparece un artículo en El País de Antonio Muñoz Molina, sin duda uno de mis autores favoritos, un escritor como para desenroscarse el cráneo ante su presencia. Me suelen gustar sus artículos, esta vez discrepo de su opinión. Sin duda la película es mucho más liviana en su contenido que el libro, leyéndolo entiendo por qué él está condenado a muerte por la mafia y su homólogo en cine no. La película elige una serie de personajes, antihéroes, perdedores, todos ellos y sin excepción: un niño que de recadero de su madre pasa a recadero de la mafia, que termina ayudando a matar a la madre de su amigo, porque así es la vida en un barrio sin esperanza, donde la esperanza de vida es reducida, donde el índice de asesinatos por habitante es el más alto de Europa; dos adolescentes que se saben de memoria una peli legendaria y que ontentan emular, como si la realidad no fuera aún más sórdida; los mafiosos que aparecen son de medio pelo, en chándal, horteras, supongo que tan sólo jefes de zona; el primer trabajo de un muchacho está íntimamente ligado con la corrupción, con el sistema, que se cuela por todos lados, como el agua; el sastre, que cose vestidos de alta costura a un precio miserable, no tiene la dignidad del que posee un oficio, se la roban en la última toma, cuando se sabe que es uno de los mejores modistos de Europa y el sistema (no sólo el Sistema) no le deja, no le permite trabajar directamente para una firma, que le paguen lo suyo, que sería lo justo. No veo nada de dignidad en que te sepas explotado por otro, para que las ganancias de otro sean mayores. ¿Cuántos trabajadores conoceremos así, ahora que se nos pide ajustarnos el cinturón?, ¿quién se lo va a ajustar? El libro es más crudo, más real, con más datos, datos precisos. En el libro Pasquale queda tan desolado que deja su oficio y se mete a camionero, total para ganar lo mismo.

1 comentario:

markoz dj dijo...

He descubierto tu blog hoy!!! y que me dejaste un comentario en el mío.
Tengo la suerte de haber estado muchas veces en Nápoles, y es una ciudad impresionantemente bonita e increíble para conocer.
NUNCA viviría allí, porque cuando te pasas más de diez días allí notas una especie de nervios y de locura colectiva que no me acaba de gustar,
Recomiendo que visites el barrio español (allí nos quieren mucho), y os fijeis como hay edificios en cada barrio en los que hay tios con gabardinas en los portones. Son guardaespaldas y matones de las familias de la camorra. Allí TODO está controlado por ellos, es impresionante... quizás mucho más que el libro ó película, aunque ésta tenga más carga dramática.
En fin, un saludo y te invito a que sigas mi blog habitualmente.