25 de junio de 2009

La reina en el palacio de las corrientes de aire. Stieg Larsson

Última entrega de la serie que cierra esta trilogía que nos ha sorprendido a todos. Si la primera se puede leer como una novela independiente, ésta es una clara continuación del segundo. La acción parte del momento en que deja a los protagonistas en el segundo libro y, aunque intuimos que habrá final feliz, nos atrapa con las mismas técnicas que nos tiene acostumbrado el cine norteamericano: intriga, buenos, malos, acción y alguna sorpresa. Lo que me ha quedado muy claro es que la historia global la tenía en mente antes de empezar el primer libro así que, igual que en el segundo hay una primera parte de comienzo algo autónoma con respecto a la trama principal, la primera historia podríamos englobarla en una amplia presentación de los personajes y cómo se conocen, como una primera aproximación a la trama principal. He leído que este buen hombre había escrito mucho más, que decidió destruirlo todo y empezar de nuevo y que queda media novola en disputa entre sus herederos. Lo malo , y lo bueno, de los escritores muertos es que la ficción les atrapa y ya no hay manera de distinguir leyenda y realidad. En definitiva la última entrega no decepciona, sigue las pautas narrativas que nos han podido gustar en las entregas precedentes y se mantiene en los lindes de la novela negra, menos negra que la norteamericana de posguerra, en la actualidad los buenos no son tan malos. PD: Que sea una revisión de la figura de Pipicalzaslargas no hay ni que decirlo, ¿verdad?

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